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domingo, 26 de febrero de 2012



LA MUJER EN LOS CAMPAMENTOS DE REFUGIADOS DEL SÁHARA OCCIDENTAL.

En febrero de 1976, el Frente Polisario proclamó la Independencia de la República Árabe Saharaui Democrática, coincidiendo con la salida de los últimos soldados españoles del Sáhara Occidental, y la invasión del mismo por Marruecos. Este hecho desencadenó la guerra y el éxodo de decenas de miles de saharauis que huyeron a la vecina Argelia refugiándose en campamentos improvisados cercanos a Tinduf.

Desde entonces, alrededor de 200,000 saharauis, la mayoría mujeres y niños/as, viven en condiciones extremadamente duras en la hamada de Tinduf, un trozo de desierto pedregoso en el corazón del Sáhara en el que nadie antes había logrado sobrevivir. Allí, los saharauis han sido capaces de construir una sociedad perfectamente organizada en la que la mujer juega un papel fundamental.

Los saharauis eran un pueblo nómada en el que los hombres se dedicaban al pastoreo y las mujeres se encargaban del cuidado de la familia. La guerra y el exilio supuso un cambio radical en las funciones que hombres y mujeres desempeñaban tradicionalmente, asumiendo estas últimas el cuidado de la familia y la tarea de construir y organizar los campamentos. La mujer se convirtió así, en el pilar sobre el que se construyó la nueva sociedad saharauis.

La mujer saharaui es el alma de la familia, se encarga de cuidar a los niños/as y a los ancianos, ha realizado una colosal labor en educación y salud, y desempeña un papel fundamental en la administración de los campamentos. También han sido pioneras en la lucha diplomática por hacer escuchar y respetar la voz del pueblo saharaui por todo el mundo. La figura femenina ha cobrado dignidad, es vista por la población con afecto y consideración. Sin embargo, tiene que luchar por sus derechos personales, sociales y políticos en contra de las tradiciones y las leyes en una sociedad patriarcal en la que la figura dominante es el varón.

Un área en la que el trabajo de la mujer ha sido fundamental es la educación. Cuando comenzó el exilio, en 1976, cada "maestra" enseñaba lo que sabía, fueron las denominadas "maestras de experiencia". Más tarde se formaron educadoras en la Escuela de Mujeres "27 de febrero " y, posteriormente, cursaron estudios de magisterio en países amigos de la RASD. Actualmente el 75% del personal dedicado a la educación son mujeres. Cuando se produjo la invasión marroquí el índice de analfabetismo era del 95 %. Hoy el 90 % de la población sabe leer y escribir, y el 100% de los niños está escolarizado.

Uno de los primeros retos que tuvieron que afrontar los refugiados fue la elevada mortalidad infantil debida a la carencia de medicinas y alimentos. Los mayores esfuerzos se han orientado a la prevención. En los campamentos se formaron enfermeras y auxiliares de enfermería; posteriormente también se formaron como médicos en países como Argelia, Libia o Cuba. Hoy,el 65% del personal sanitario (enfermeras, médicos) de los campamentos son mujeres.

En la actualidad muchas mujeres saharauis, organizadas en la Unión Nacional de Mujeres Saharauis, tratan de sensibilizar a las mujeres acerca de su posición en la sociedad, a tomar consciencia sobre sus derechos sociales y políticos, y luchar por la autonomía femenina y la igualdad de género.

En los últimos años, la ayuda humanitaria procedente de organismos internacionales ha disminuido de forma importante, convirtiéndose en un arma de presión política para obligar a los saharauis a renunciar a su legítimo derecho de recuperar una tierra que les pertenece. Ante esta situación, las mujeres han tomado la iniciativa de crear cooperativas formadas y gestionadas por ellas mismas,en un intento de obtener ingresos que les permita disminuir la dependencia de la ayuda internacional.

Por último, señalar que la lucha de los saharauis en los territorios ocupados por Marruecostiene nombre de mujer, Aminetu Haidar, que en diciembre de 2010 se enfrentó a los gobiernos de Marruecos y España, y se declaró en huelga de hambre para reclamar el derecho a vivir en su tierra, el Sáhara Occidental.

Juan Jiménez Anula. Médico cooperante.

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